Traduccion: El martes 6 de Enero en la mañana, Samir de 22 años, habitante del distrito 18 de Paris (18ème arrondissement) y preso desde varios meses en la cárcel de Villepinte [cercanias de Paris] se le encuentra muerto en su celda del edificio A1. Según la Administración Penitenciaria (AP) es un suicidio pero las verdaderas causas de su muerte estarían desconocidas o, por lo menos, no dieron ninguna explicación a los demás prisioneros. Sería porque según numerosos testigos, esta muerte no tiene nada que ver con un suicidio. En efecto, hacía tiempo que Samir estaba en conflicto con la AP ya que quería ser transferido en la cárcel de la Santé (Paris) para acercarse a su familia. Esos últimos días la tensión venía acentuándose y el lunes 5 en la noche Samir empieza a romper y destrozar elementos de su celda, entre otros la ventana, lo que inmediatamente provocó su transferencia hacia otro edificio y la intervención violenta de los guardianes. Numerosos prisioneros testigos de la situación piden a los guardianes que se calmen y uno de ellos dice: “¡Si le sucede algo sabremos que ustedes son los culpables!”. Se conoce lo que viene después: el día siguiente se consigue a Samir muerto, supuestamente suicidado. Nunca había hablado de suicidarse y había siempre dicho que iba a dar la pelea para su transferencia. Extrañamente, en vez de meterlo en aislamiento como pasa normalmente cuando hay un problema con un prisionero, lo pusieron en una celda “normal” como para no llamar la atención.
Nosotros sabemos que no es la primera vez que la AP intenta disimular un asesinato y hacerlo pasar como un suicidio. Tampoco no es la primera muerte en la cárcel de Villepinte, donde todos esos hechos se han mantenido en un silencio cómplice. Queda importante saber lo que realmente ha pasado pero en todo caso es la prisión la responsable de la muerte de Samir. Hoy en día la ira es grande contra esta prisión que muele y destroza al encerrar cada día más gente y por cada vez más tiempo. Nosotros pedimos que se imponga toda la verdad acerca de la muerte de Samir, por su familia, sus amigos y por todas las personas que no aceptan que se muera en secreto detrás las rejas de las cárceles francesas.
Enero del 2009. Prisioneros de la cárcel de Villepinte.
Samir era de Barbès [barrio popular de Paris donde se encuentra una población de inmigrantes, tanto recién como antigua] como muchos otros inmigrantes, que los policías tienen prioridades para controlar en este sector. Cuando los policías no matan directamente en la calle (como en Grasse o en Atenas), el Estado, por su parte, encierra para matar a fuego lento. Como muchos otros, Samir era un preso rebelde, en conflicto con la AP. Por lo tanto no es una casualidad que se le haya encontrado muerto el 6 de enero, un día después de haber destruido su celda.
Cuando se nos habla de “muertes sospechosas” o de “suicidios” en prisión, todos sabemos que no hay muerte “inocente” en las cárceles. Cada muerte es un asesinato de la AP y del Estado.
En esta sociedad que necesita encerrar (cárceles, psiquiatría, centros de retención, guardas, escuelas, hospitales), en esta sociedad en la cual algunos deciden volverse guardianes, jueces o policías, nuestra elección es clara. Fuego a las cárceles, a los centros de retenciones, a los hospitales psiquiátrico, fuego a las escuelas, fuego al Estado.
Solidaridad con los prisioneros rebeldes.
Una cárcel aceptable es una cárcel que arde.
¡No es de extrañarse que la prisión se parezca a las fábricas, a las escuelas, a las casernas, a los hospitales, los cuales se parecen todos a las cárceles!
Gente del barrio.
Nosotros sabemos que no es la primera vez que la AP intenta disimular un asesinato y hacerlo pasar como un suicidio. Tampoco no es la primera muerte en la cárcel de Villepinte, donde todos esos hechos se han mantenido en un silencio cómplice. Queda importante saber lo que realmente ha pasado pero en todo caso es la prisión la responsable de la muerte de Samir. Hoy en día la ira es grande contra esta prisión que muele y destroza al encerrar cada día más gente y por cada vez más tiempo. Nosotros pedimos que se imponga toda la verdad acerca de la muerte de Samir, por su familia, sus amigos y por todas las personas que no aceptan que se muera en secreto detrás las rejas de las cárceles francesas.
Enero del 2009. Prisioneros de la cárcel de Villepinte.
Samir era de Barbès [barrio popular de Paris donde se encuentra una población de inmigrantes, tanto recién como antigua] como muchos otros inmigrantes, que los policías tienen prioridades para controlar en este sector. Cuando los policías no matan directamente en la calle (como en Grasse o en Atenas), el Estado, por su parte, encierra para matar a fuego lento. Como muchos otros, Samir era un preso rebelde, en conflicto con la AP. Por lo tanto no es una casualidad que se le haya encontrado muerto el 6 de enero, un día después de haber destruido su celda.
Cuando se nos habla de “muertes sospechosas” o de “suicidios” en prisión, todos sabemos que no hay muerte “inocente” en las cárceles. Cada muerte es un asesinato de la AP y del Estado.
En esta sociedad que necesita encerrar (cárceles, psiquiatría, centros de retención, guardas, escuelas, hospitales), en esta sociedad en la cual algunos deciden volverse guardianes, jueces o policías, nuestra elección es clara. Fuego a las cárceles, a los centros de retenciones, a los hospitales psiquiátrico, fuego a las escuelas, fuego al Estado.
Solidaridad con los prisioneros rebeldes.
Una cárcel aceptable es una cárcel que arde.
¡No es de extrañarse que la prisión se parezca a las fábricas, a las escuelas, a las casernas, a los hospitales, los cuales se parecen todos a las cárceles!
Gente del barrio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario