Los países latinoamericanos, generalmente signados por la pobreza en medio de sus innumerables riquezas naturales y humanas han tenido que soportar siglos de conquista, terrorismo, revoluciones, golpes de estado, disputas de fronteras, conflictos de clases y desórdenes civiles con un alto costo de vidas y económico, la mayoría de ellos creados y monitoreados por los intereses capitalistas de los países mal llamados “desarrollados” por la necesidad que estos tienen de sus recursos: el petróleo, el agua, el gas, la salida al mar, la madera, mano de obra barata, el control de espacio.
Los procesos intervencionistas en América Latina y el Caribe solo han dejado miseria, muerte y dolor. República Dominicana, Haití, Cuba, Nicaragua, México, Panamá, Guatemala, Honduras, Chile, Colombia y ahora Bolivia son ejemplos del poder desestabilizador que pueden desatar estos países desarrollados sobre los más pobres solo por afanes expansionistas y el dominio de sus recursos.
La hermana republica de Socialista de Bolivia, que en 1884 tras la Guerra del Pacífico, ante la amenaza de una posible invasión de Chile con el apoyo de los Estados Unidos, fue obligada a dejar bajo la administración chilena la Provincia de Atacama y el puerto de Antofagasta, convirtiéndose así en un país sin acceso al mar, es
centro de atención mundial en estos momentos al ser presa de la ambición del imperio que nunca ha cesado en sus intenciones de subyugar el Continente.
Desde que fue creada como nación hace mas de 180 años, Bolivia ha sufrido 187 Golpes de Estado; léase bien, 187, esto es más de 1 Golpe por año, ¿la razón?: mantener la inestabilidad social y política de Bolivia y así permitir la explotación indiscriminada de sus recursos energéticos por los países mas ricos.
Por ello, en los últimos cinco años Bolivia ha tenido 5 presidentes: José Quiroga Ramírez, Agosto 2001 - Agosto 2002, Sánchez Losada, Agosto 2002 - 0ctubre 2003, Carlos Mesa, Octubre 2003 - Junio 2005, Eduardo Rodríguez Junio 2005 - Enero 2006, Evo Morales Enero 2006.
Lo que está sucediendo en Bolivia es una muestra más de los que significa la amenaza imperialista para toda América Latina y el Caribe. Un plan separatista que tiene como único objetivo el control de los principales recursos energéticos de nuestro continente y que el gobierno estadounidense, con los lacayos de siempre, buscan arrebatar de manos del pueblo boliviano.
¿Pero qué hay detrás de la autonomía y el separatismo promovido por las clases ricas en Bolivia? ¿ Que está pasando en Santa Cruz.?
La oligarquía de ese departamento y otros del oriente boliviano sintió con la llegada al poder del gobierno del MAS que el suelo se movió bajo sus pies, al cambiar las reglas del juego en el tema energético y cuando la Constituyente enfrentó el viejo régimen de tenencia de la tierra. No podemos ignorar que en Bolivia las medianas y grandes empresas monopolizan el 90% de la tierra, cifra que se invierte cuando vemos que el 90% de los pequeños agricultores sólo acceden al 10% de ésta.
Esta injusta realidad es más evidente en Santa Cruz donde un exiguo grupo de familias concentra extensiones en el rango de los centenares de miles de hectáreas y a eso se le suma el hecho de que muchas de ellas no son explotadas. Por ejemplo de unos 16,4 millones de hectáreas, en los últimos años menos de la mitad no se cultivan.
No es casual que los terratenientes cruceños en los que perviven reminiscencias feudales, se opongan a la reducción del número de hectáreas previstas en la nueva Carta Magna y prevén que la autonomía a la que aspiran pase por el control departamental de la tierra, sin jurisdicción del Estado Nacional.
De lo que se trata es de que en su inmensa mayoría, los terratenientes no pueden justificar el origen de sus tierras y el gobierno está resuelto a la legalización de los títulos de propiedad, en el camino hacia la creación de las Tierras Comunitarias de Origen, lo que le posibilitará devolver a sus dueños originarios las tierras que le pertenezcan.
El pueblo boliviano espera por la reacción de toda América Latina ante la agresión abierta y descarada del imperio norteamericano quien utilizando a la oligarquía blanca y poderosa de santa cruz pretenden dividirla y así entregarla de nuevo a los interese colonialistas del norte
Los procesos intervencionistas en América Latina y el Caribe solo han dejado miseria, muerte y dolor. República Dominicana, Haití, Cuba, Nicaragua, México, Panamá, Guatemala, Honduras, Chile, Colombia y ahora Bolivia son ejemplos del poder desestabilizador que pueden desatar estos países desarrollados sobre los más pobres solo por afanes expansionistas y el dominio de sus recursos.
La hermana republica de Socialista de Bolivia, que en 1884 tras la Guerra del Pacífico, ante la amenaza de una posible invasión de Chile con el apoyo de los Estados Unidos, fue obligada a dejar bajo la administración chilena la Provincia de Atacama y el puerto de Antofagasta, convirtiéndose así en un país sin acceso al mar, es
centro de atención mundial en estos momentos al ser presa de la ambición del imperio que nunca ha cesado en sus intenciones de subyugar el Continente.
Desde que fue creada como nación hace mas de 180 años, Bolivia ha sufrido 187 Golpes de Estado; léase bien, 187, esto es más de 1 Golpe por año, ¿la razón?: mantener la inestabilidad social y política de Bolivia y así permitir la explotación indiscriminada de sus recursos energéticos por los países mas ricos.
Por ello, en los últimos cinco años Bolivia ha tenido 5 presidentes: José Quiroga Ramírez, Agosto 2001 - Agosto 2002, Sánchez Losada, Agosto 2002 - 0ctubre 2003, Carlos Mesa, Octubre 2003 - Junio 2005, Eduardo Rodríguez Junio 2005 - Enero 2006, Evo Morales Enero 2006.
Lo que está sucediendo en Bolivia es una muestra más de los que significa la amenaza imperialista para toda América Latina y el Caribe. Un plan separatista que tiene como único objetivo el control de los principales recursos energéticos de nuestro continente y que el gobierno estadounidense, con los lacayos de siempre, buscan arrebatar de manos del pueblo boliviano.
¿Pero qué hay detrás de la autonomía y el separatismo promovido por las clases ricas en Bolivia? ¿ Que está pasando en Santa Cruz.?
La oligarquía de ese departamento y otros del oriente boliviano sintió con la llegada al poder del gobierno del MAS que el suelo se movió bajo sus pies, al cambiar las reglas del juego en el tema energético y cuando la Constituyente enfrentó el viejo régimen de tenencia de la tierra. No podemos ignorar que en Bolivia las medianas y grandes empresas monopolizan el 90% de la tierra, cifra que se invierte cuando vemos que el 90% de los pequeños agricultores sólo acceden al 10% de ésta.
Esta injusta realidad es más evidente en Santa Cruz donde un exiguo grupo de familias concentra extensiones en el rango de los centenares de miles de hectáreas y a eso se le suma el hecho de que muchas de ellas no son explotadas. Por ejemplo de unos 16,4 millones de hectáreas, en los últimos años menos de la mitad no se cultivan.
No es casual que los terratenientes cruceños en los que perviven reminiscencias feudales, se opongan a la reducción del número de hectáreas previstas en la nueva Carta Magna y prevén que la autonomía a la que aspiran pase por el control departamental de la tierra, sin jurisdicción del Estado Nacional.
De lo que se trata es de que en su inmensa mayoría, los terratenientes no pueden justificar el origen de sus tierras y el gobierno está resuelto a la legalización de los títulos de propiedad, en el camino hacia la creación de las Tierras Comunitarias de Origen, lo que le posibilitará devolver a sus dueños originarios las tierras que le pertenezcan.
El pueblo boliviano espera por la reacción de toda América Latina ante la agresión abierta y descarada del imperio norteamericano quien utilizando a la oligarquía blanca y poderosa de santa cruz pretenden dividirla y así entregarla de nuevo a los interese colonialistas del norte
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